(Ciudad de La Habana, 1970)
Carlos Guzmán es uno de los artistas más representativos de las artes plásticas contemporáneas cubanas. Su lenguaje es sumamente personal, y denota un talento indiscutible. Sobresale en él la imaginación sin límites que parece proceder del mundo de los sueños.
Su obra se caracteriza por figuras que hibridan lo real y lo fantástico. La relación entre el hombre y la máquina, la comunicación que en el mundo actual se requiere del uno hacia el otro, y el respeto y cuidado a la naturaleza, a lo íntimo como parte del yo, son las principales preocupaciones de este artista. Ello lo lleva a la vida con un toque misticista, que recuerda a las imágenes medievales.
Piezas rotas, componentes de una gran maquinaria, desechos a los que le queda belleza, son llevadas al lienzo a la manera en que lo harían Ángel Acosta León, Antonia Eiriz y Fidelio Ponce. El apego por el collage, los empastes vivos y dinámicos, y el cromatismo vital, incluso en sus transparencias y ocres, ponen de manifiesto la capacidad del autor para aprovechar los recursos gráficos de la ilustración científica y complementarlos con imágenes suyas. Peces, hombres, flores, seres mitológicos, insectos, pájaros objetos antiguos sacados de libros, y magos, brotan como imágenes aparentemente independientes y se articulan una con otra hasta el infinito.
Este autor no se ha limitado solamente a la pintura. Es profesor de Ilustración del Instituto Superior de Diseño, de la Universidad de la Habana. Ha realizado performance, y actualmente le interesa la obra tridimensional. En este sentido exhibe esculturas e instalaciones, junto a sus cuadros. También, escribió e ilustró un libro para niños titulado La vaca pinta. Entre sus obras y series se pueden citar Nemo y la ballena rosa (2001), Zona de silencio (2003), y Sobre nuestras cabezas bandadas de peces migratorios.
Ha participado en numerosas exposiciones colectivas desde el año 1988. Ha vendido su obra en eventos como Subasta Habana, Salones de la Ciudad y Salones de Arte Cubano, entre otros. Sus piezas han sido exhibidas en países como Brasil, México, Guadalupe, Venezuela, España, Estados Unidos, Costa Rica, Puerto Rico, Eslovaquia, Panamá, Francia y Holanda. En ellos, importantes instituciones como la Biblioteca Pública de Alcalá de Henares en Madrid; el Centro Cultural de México, en la Embajada de México de República de Panamá; y la Universidad de Costa Rica; entre otras, cedieron sus paredes para apreciar el trabajo de este artista. Colecciones en Brasil, Estados Unidos, México, Francia, Holanda, España, Venezuela, Italia, Panamá, Inglaterra, Costa Rica y Austria, aguardan sus piezas pictóricas, escultóricas e instalativas. Carlos Guzmán es miembro de la Federación Internacional de Artistas Plásticos. (ACEA).
Enlaces relacionados:
Cuadros hiperrealistas al óleo
Mujer en el río, óleo sobre lienzo
Figura femenina con naturaleza muerta
Carlos Guzmán es uno de los artistas más representativos de las artes plásticas contemporáneas cubanas. Su lenguaje es sumamente personal, y denota un talento indiscutible. Sobresale en él la imaginación sin límites que parece proceder del mundo de los sueños.
Su obra se caracteriza por figuras que hibridan lo real y lo fantástico. La relación entre el hombre y la máquina, la comunicación que en el mundo actual se requiere del uno hacia el otro, y el respeto y cuidado a la naturaleza, a lo íntimo como parte del yo, son las principales preocupaciones de este artista. Ello lo lleva a la vida con un toque misticista, que recuerda a las imágenes medievales.
Piezas rotas, componentes de una gran maquinaria, desechos a los que le queda belleza, son llevadas al lienzo a la manera en que lo harían Ángel Acosta León, Antonia Eiriz y Fidelio Ponce. El apego por el collage, los empastes vivos y dinámicos, y el cromatismo vital, incluso en sus transparencias y ocres, ponen de manifiesto la capacidad del autor para aprovechar los recursos gráficos de la ilustración científica y complementarlos con imágenes suyas. Peces, hombres, flores, seres mitológicos, insectos, pájaros objetos antiguos sacados de libros, y magos, brotan como imágenes aparentemente independientes y se articulan una con otra hasta el infinito.
Este autor no se ha limitado solamente a la pintura. Es profesor de Ilustración del Instituto Superior de Diseño, de la Universidad de la Habana. Ha realizado performance, y actualmente le interesa la obra tridimensional. En este sentido exhibe esculturas e instalaciones, junto a sus cuadros. También, escribió e ilustró un libro para niños titulado La vaca pinta. Entre sus obras y series se pueden citar Nemo y la ballena rosa (2001), Zona de silencio (2003), y Sobre nuestras cabezas bandadas de peces migratorios.
Ha participado en numerosas exposiciones colectivas desde el año 1988. Ha vendido su obra en eventos como Subasta Habana, Salones de la Ciudad y Salones de Arte Cubano, entre otros. Sus piezas han sido exhibidas en países como Brasil, México, Guadalupe, Venezuela, España, Estados Unidos, Costa Rica, Puerto Rico, Eslovaquia, Panamá, Francia y Holanda. En ellos, importantes instituciones como la Biblioteca Pública de Alcalá de Henares en Madrid; el Centro Cultural de México, en la Embajada de México de República de Panamá; y la Universidad de Costa Rica; entre otras, cedieron sus paredes para apreciar el trabajo de este artista. Colecciones en Brasil, Estados Unidos, México, Francia, Holanda, España, Venezuela, Italia, Panamá, Inglaterra, Costa Rica y Austria, aguardan sus piezas pictóricas, escultóricas e instalativas. Carlos Guzmán es miembro de la Federación Internacional de Artistas Plásticos. (ACEA).
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Cuadros hiperrealistas al óleo
Mujer en el río, óleo sobre lienzo
Figura femenina con naturaleza muerta
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